jueves, 7 de junio de 2012

Teresa Costa Gramunt

Museu de Valls 2011


La Herida Luminosa, S.L.

El arte es creador de una realidad que va en doble dirección: el arte que creamos nos crea, y a la inversa. Son vasos comunicantes.

En la muestra La Herida Luminosa, S.L., se hacen visibles un conjunto de respuestas anímicas transformadas en creaciones artísticas. Son respuestas creativas a un trauma, pero también son acciones creativas que buscan un progreso espiritual del artista.

La pintura, como la literatura, cumple esta doble función de manifestar una negación y de querer transformarla en afirmación, dice Norbert Bilbeny, un filósofo que tiene una obra pictórica detrás y, por lo tanto, ha reflexionado sobre la dinámica del arte.

La Herida Luminosa, S.L. reúne obra de un grupo de creadores que, habiendo realizado su trabajo de manera individual y siguiendo su propio hilo de evolución artística, en un momento dado, y en un intercambio nutricio entre ellos, encuentran puntos de conexión en la evolución de este trabajo: cambios estéticos donde resulta perceptible que éstos han surgido de una evolución interna producto de una sacudida anímica que más que superada ha sido incorporada como compañera de viaje en la trayectoria de cada uno.

Las historias personales que hay detrás de La Herida Luminosa, S.L., aunque han provocado una evolución artística, sin duda en positivo, no deben ser relevantes a la hora de valorar la obra del artista más que como agente provocador. De ahí que para este grupo de creadores la ‘herida’ sea ‘luminosa’. Es decir: una herida transformada en una unidad superior, que es la obra de arte.

Los artistas pueden permanecer mudos: la obra habla por sí misma. Ahora bien: resulta interesante, y así se ha hecho en otras presentaciones de La Herida Luminosa, S.L. en público, conocer qué historias hay detrás de unas obras que son el resultado de una herida sanada, así como de una apertura que ha abierto un proceso de aprendizaje más consciente de la naturaleza humana en todas sus dimensiones.

En la imagen más o menos explícita de una herida-apertura parece lógico que se encuentren puntos de contacto entre el artista y el espectador. Así se inicia un diálogo entre unos y otros y, porque no decirlo, se crea entre ellos un lazo de comunión. El arte, lo sabemos, en tanto que vía para la comprensión de la realidad, es una vía de conocimiento. Sin duda, el cultivo del arte abre las puertas de la percepción. Pero la contemplación del arte y su absorción, también. Otra vez nos encontramos con los vasos comunicantes.

Cinco artistas de las artes plásticas y dos escritoras compartimos un trabajo que hemos denominado La Herida Luminosa, S.L. Se trata de una performance que con este oxímoron de referencias dramáticas pone de manifiesto una visión particular e íntima de unas situaciones que, en principio dolorosas, posteriormente han sido transformadas en obras artísticas.

Las palabras herida y luminosa componen una figura poética que liga conceptos aparentemente contrarios que así se convierten en complementarios. Porque del mismo modo que es una línea muy delgada la que separa la noche del amanecer, una herida, un dolor pasado por el atanor de la creatividad, puede transmutarse en una experiencia artística de altos vuelos justamente porque esta experiencia está nutrida por lo más esencial de la existencia humana, mortal y trágica desde la caída bíblica si hacemos una lectura simbólica.

Atrapados, desgajados, malheridos entre experiencias dolorosas, traumáticas, de angustia, de abandono, de soledad, de represión, de maltrato, de injusticia, de incomunicación o bloqueos de diversa índole, artistas y no artistas buscamos el equilibrio, buscamos centrarnos en nuestra verdadera naturaleza que en momentos puntuales se nos revela fuera del tiempo y del espacio.

Uno de estos momentos de experiencia límite es el de la creación artística. Que, como en aquellos momentos de alta tensión emotiva, corporal y espiritual que convergen en el abrazo amoroso, nos comunican directamente con las fuerzas del cosmos. También el dolor nos comunica directamente con las fuerzas del cosmos, ya que los extremos se tocan.

La manera de enfrentarse a estas situaciones tan propias de la frágil condición humana, depende de cada uno, como también depende de cada uno la forma de transformar estas heridas en heridas luminosas, es decir: en heridas sanadoras, salvíficas, espuelas para la evolución y el crecimiento personal.

En este deseo de reencontrar el equilibrio cuando se produce un descalabro existencial como puede ser sufrir un cáncer, o la muerte de una persona querida, o la incomunicación dolorosa entre padres e hijos, o una enfermedad crónica grave, o un deseo de muerte a causa de un amor que mata, el artista da una respuesta artística que muchas veces modifica la obra anterior, se produce un cambio.

Este cambio -esta alteración- queda registrado en su obra. Es un diálogo, un grito que estalla con fuerza por la urgencia del momento. Se convierte así en una experiencia íntima liberadora, ha escrito Antonio Salcedo a propósito de la exposición.

Los artistas plásticos: Rufino Mesa, Dolors Puigdemont, Adelaida Murillo, Asumpció Mateu y Rosa Cortés, y las escritoras: Glòria Bosch y Teresa Costa-Gramunt, marcados por experiencias de dolor, de situaciones extremas pero que tan ampliamente pueden ser compartidas por el público espectador, les hemos dado una respuesta artística que constituye el eje que vertebra la exposición La Herida Luminosa, S.L.

Como he dicho más arriba, en un momento u otro de la reflexión sobre la propia obra, hemos sido conscientes de que el arte -en este caso, artes visuales y escritura- nos había ayudado a superar aquellas situaciones traumáticas. Más aún: a cambiar cosas de forma radical, y a emprender caminos artísticos que sin ese tropiezo, trauma o dolor, o despertar de la conciencia a causa de una bofetada de la vida nunca habríamos cogido, y que desde la atalaya actual vemos que ha resultado tanto un reto personal de superación como un alimento espiritual para el cambio.

Es por este motivo que la muestra La Herida Luminosa, S.L. es un testimonio vivo de lo que siempre ha sido a lo largo de la historia: también el dolor y las dificultades en sus diversas caras son un motor para la transformación no sólo de la personalidad sino también del lenguaje artístico. Una creación en doble sentido, como decía al principio.


Teresa Costa-Gramunt
Clos Sukkot, 9 de enero de 2012


Obres d'Assumpció Mateu, Museu de Valls, 2011

La Ferida Lluminosa, S.L.

L'art és creador d'una realitat que va en doble direcció: l'art que creem ens crea, i a la inversa,
són vasos comunicants.

En la mostra La Ferida Lluminosa, S.L., es fan visibles un conjunt de respostes anímiques
transformades en creacions artístiques. Són respostes creatives a un trauma; però també
són accions creatives que busquen un progres espiritual de l'artista.

"La pintura, com la literatura, compleix aquesta doble funció de manifestar una negació i de voler tornar-la en afirmació", diu Norbert Bilbeny, un filòsof que té una obra pictórica darrere i, per tant, ha reflexionat sobre la dinàmica de l'art.

La Ferida Lluminosa, S.L. aplega obra d'un grup de creadors que, havent realitzat el seu treball de manera individual i seguint el seu propi fil d'evolució artística, en un momento donat, i en un intercanvi nodridor entre ells, troben punts de connexió en l'evolució d'aquest treball: canvis estètics on resulta perceptible que aquests han sorgit d'una evolució interna producte d'un sotrac anímic que més que superat ha estat incorporat com a company de viatge en la trajectòria de cadascú.

Les històries personals que hi ha darrere La Ferida Lluminosa, S.L., tot i que han provocat una evolució artística, sens dubte en positiu, no han de ser rellevants a l'hora de valorar l'obra de l'artista més que com a agent provocador. D'aquí ve que per aquest grup de creadors la 'ferida' sigui 'lluminosa'. És a dir: una ferida transformada en una unitat superior, que és l'obra d'art.

Els artistes poden restar muts: l'obra parla per ella mateixa. Ara bé: resulta interessant, i així s'ha fet en altres presentacions de La Ferida Lluminosa, S.L. en públic, conèixer quines històries hi ha darrera d'unes obres que són el resultat d'una ferida sanada, així com d'una apertura que ha obert un procés d'aprenentatge més conscient de la naturalesa humana en totes les seves dimensions.

En la imatge més o menys explícita d'una ferida-apertura sembla lògic que es trobin punts de contacte entre l'artista i l'espectador. Així s'enceta un diàleg entre uns i altres i, perquè no dir-ho, es crea entre ells un llaç de comunió. L'art, ho sabem, en tant que via per a la comprensió de la realitat, és una via de coneixement. Sens dubte, el conreu de l'art obre les portes de la percepció. Però la contemplació de l'art i la seva absorció, també. Una altra vegada ens trobem amb els vasos comunicants.

Les paraules ferida i lluminosa componen una figura poètica que lliga conceptes aparentment contraris que així esdevenen complementaris. Perquè de la mateixa manera que és una ratlla molt prima la que separa la nit de l'alba, una ferida, un dolor passat per l'atanor de la creativitat, pot transmutar-se en una experiència artística d'alta volada justament perquè aquesta experiència està nodrida pel més essencial de l'existència humana, mortal i tràgica des de la caiguda bíblica si en fem una lectura simbòlica.

Atrapats, esqueixats, malferits entre experiències doloroses, traumàtiques, d'angoixa, d'abandó, de solitud, de repressió, de maltractament, d'injustícia, d'incomunicació o de bloquejos de diversa índole, artistes i no artistes busquem l'equilibri, busquem centrar-nos en la nostra veritable naturalesa que en moments puntuals se'ns revela fora del temps i de l'espai.

Un d'aquests moments d'experiència límit és el de la creació artística. Que, com en aquells moments d'alta tensió emotiva, corporal i espiritual que convergeixen en l'abraçada amorosa, ens comuniquen directament amb les forces del cosmos. També el dolor ens comunica directament amb les forces del cosmos, ja que els extrems es toquen.
La manera d'enfrontar-se a aquestes situacions tan pròpies de la fràgil condició humana, depèn de cadascú, com també depèn de cadascú la forma de transformar aquestes ferides en ferides lluminoses, és a dir: en ferides guaridores, salvífiques, esperons per a l'evolució i el creixement personal.

En aquest desig de retrobar l'equilibri quan s'esdevé un daltabaix existencial com pot ser patir un càncer, o la mort d'una persona estimada, o la incomunicació dolorosa entre pares i fills, o una malaltia crònica greu, o un desig de morir a causa d'un amor que mata, l'artista hi dóna una resposta artística que moltes vegades modifica l'obra anterior, s'hi produeix un canvi.

"Aquest canvi -aquesta alteració- queda registrat en la seva obra. És un diàleg, un crit que esclata amb força per la urgència del moment. Es converteix, així, en una experiència íntima alliberadora", ha escrit Antonio Salcedo a propòsit de l'exposició.

Els artistes plàstics: Rufino Mesa, Dolors Puigdemont, Adelaida Murillo, Assumpció Mateu i Rosa Cortés, i les escriptores: Glòria Bosch i Teresa Costa-Gramunt, marcats per experiències de dolor, de situacions extremes però que tan àmpliament poden ser compartides pel públic espectador, els hem donat una resposta artística que constitueix l'eix q e vertebra l'exposició La Ferida Lluminosa, S.L.

Tal com he dit més amunt, en un moment o altre de la reflexió sobre la pròpia obra, hem estat onscients que l'art -en aquest cas, arts visuals i escriptura- ens havia ajudat a superar aquelles situacions traumàtiques. Més encara: a canviar coses radicalment, i a emprendre camins artístics que sense aquella ensopegada, trauma o dol, o desvetllament de la consciència a causa d'una bufetada de la vida mai no hauríem agafat, i que des de la talaia actual veiem que han resultat tant un repte personal de superació com un aliment espiritual per al canvi.

És per aquest motiu que la mostra La Ferida Lluminosa, S.L. és un testimoni viu d'allò que sempre ha estat al llarg de la història: també el dolor i les dificultats en les seves diverses cares són un motor per a la transformació no només de la personalitat sinó també del llenguatge artístic. Una creació en doble sentit, com deia al principi.

Teresa Costa-Gramunt

Clos Sukkot, 9 de gener de 2012

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